Durante la mañana de hoy, la villa marinera, engalanada y convertida en aquel pueblo del año 1644, ha recibido la visita del rey Felipe IV que, acompañado por sus abanderados, hacía su aparición en la plaza de Noja para atender los ruegos de sus “hijos”, como ha calificado a todos los vecinos de Noja. Felipe IV ha concedido al pueblo la merced de la vara y el título de villa para la localidad.
Al acto de entrega del Privilegio de Vara le ha seguido la reunión de las banderías que han elegido, y tras el permiso real, a su nuevo alcalde. Tras la recreación de esta efeméride los vecinos y visitantes han podido disfrutar de música, representaciones teatrales, juegos para los más pequeños, degustaciones y muestras a cargo de los artesanos locales.
Durante la noche de hoy, el Consistorio ha preparado un programa de actividades repleto de celebraciones que se irán sucediendo acompañadas por un concierto de brujas y queimadas.
Mañana domingo amanecerá con la continuación de muestra de oficios con la que se espera amplia interacción con los vecinos y visitantes que se quieran acercar ese fin de semana a Noja. Teatro, música, juegos y talleres despedirán las festividades.
Historia
El “lugar de Noja” denominado así en el siglo XVII, solicitó al rey Felipe IV poder nombrar a sus propios alcaldes entre los vecinos de la localidad para que no interfiriese en las tomas de decisiones los regidores de Siete Villas.
El 9 de marzo de 1644, Felipe IV concede a este pueblo el Privilegio de Vara, denominado así por la vara del alcalde y por la categoría de villa. Esto les ha permitido a sus vecinos poder nombrar a sus alcaldes y dirigir su propio gobierno, y no depender de las Siete Villas, lo cual se ha cumplido hasta la actualidad.